La amoxicilina se usa para tratar ciertas infecciones causadas por bacterias, como neumonía; bronquitis; gonorrea; y las infecciones de los oídos, nariz, garganta, vías urinarias y la piel.
También se usa en combinación con otros medicamentos para eliminar H. pylori, la bacteria que causa úlceras.
La amoxicilina pertenece a una clase de antibióticos llamados “medicamentos similares” a la penicilina.
Funciona al detener el crecimiento de las bacterias.
Los antibióticos no tienen ningún efecto sobre los resfríos, la gripe y otras infecciones virales.